Curso Católico

Oremos: Padre Nuestro. Ave María. Gloria.

En primer lugar, evidentemente tiene usted razón en que no debemos confundir ser apocados, autolesivos, masoquistas, cobardes o resignados con la caridad que lleva al extremo de dar la vida por amor. La diferencia entre esas cosas y el amor es abismal. Evidentemente, también tiene usted razón que la legitima defensa de la vida propia o de los que están a cargo nuestro (hijos, etc) es un derecho y, en ocasiones, un deber. Es por ello que la frase debe leerse en su contexto y está referida al ejemplo dado por Cristo mismo. Respecto a las palabras de Jesús no olvidemos, por ejemplo, Mateo 5, 39-46: Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Comentarle también que, sobre el martirio se habla posteriormente con más detalle en este curso. En último lugar, recordarle que este curso ha sido revisado por las autoridades eclesiásticas y posee el preceptivo imprimatur. Dios le bendiga. La paz.

Gracias a usted por sus palabras. Bendito sea Dios. La paz.

Así es: Suya es la fuerza que nos permite ponerlo a Él primero. ¡Ánimo! Que Dios le bendiga.

Nos alegramos de ello. Dios le bendiga. La paz.

En muchas ocasiones, así puede ser. De hecho, se dice que el hombre es un ser en búsqueda constante de sentido. Dios le bendiga. La paz.

Efectivamente, la humildad es la verdad. Dios le bendiga. La paz.

Bendito sea Dios por ello. La paz.

Nos alegramos de ello, pues lo importante es llegar a la meta, no lo que se tarda en conseguirlo. Dios le bendiga. La paz.

Bendito sea Dios por ello. La paz.

Nos alegramos de ello. Dios la bendiga a usted también. La paz.

Dios le bendiga. Efectivamente, no todas las formas de autoridad civil ni todas las leyes han de ser obedecidas; solo aquellas que no contradigan la moral cristiana. La clave en este dilema está en saber sobre quien recae la autoridad de determinar si una ley civil es justa o no. Quizás podamos pensar (y quizás con razón) que el IVA actual es abusivo, sobre todo teniendo en cuenta que hay otras decenas de impuestos que también pagamos. Sin embargo, no tenemos nosotros la autoridad para juzgar eso: esa autoridad le pertenece sólo a la Iglesia. Ejemplos de leyes declaradas injustas por la Iglesia serían la ley del aborto o la ley de cultos. Sin embargo, sobre la piratería podemos leer algo totalmente diferente. Si te interesa conocerlo, te dejamos un documento al que puedes acceder haciendo click aquí.

Oremos por ello: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Nos alegramos de ello. Dios le bendiga. La paz.

El capítulo dos del curso y las lectio divina de los apéndices versan fundamentalmente sobre la Biblia. Sin embargo, como no puede ser de otra manera, está presente a lo largo de todo el curso.

Sin duda, así es. El plan que exponemos, de acuerdo a lo que se indica a lo largo de todo el curso, es un plan de mínimos. De ahí en adelante... ¡Todo lo que quieras! La paz.

Bendito sea Dios por ello. La paz.

Así es: Suya es la fuerza que nos permite ponerlo a Él primero. Pero, al final, tiene que suceder en la práctica, claro está. ¡Ánimo!

Nos alegramos de ello y le animamos a perseverar hasta el final. La paz.

Nos alegramos de que así sea. Dios la bendiga.

Así es: Conviene vivir siempre con los ojos puestos en Cristo. Dios la bendiga. La paz.

La libertad humana es un regalo de Dios que, como bien has contado, podemos usar muy mal (o pueden usarla muy mal con nosotros). Nos alegramos que haya podido ver a Dios presente en esa dura situación. Dios la bendiga. La paz.

Nos alegramos de ello y rezamos por su misión. Dios la bendiga. La paz.

Y con la garantía del imprimatur católico. Nos alegramos de ello. Dios le bendiga en su misión. La paz.

Le invitamos a perseverar en este curso hasta el final. Dios la bendiga. Nos unimos a su oración: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Nos alegramos de su interés y acompañamos su oración. Normalmente, la gente suele empezar en algún movimiento católico o haciendo algún retiro como Emaús. De todas formas, si lee este curso tendrá una idea un poco más completa que, esperamos, le dará luz para dar su siguiente paso al amparo de Dios. La paz.

Oremos: Padre Nuestro. Ave María. Gloria.

Cierto. No en vano pidió perdonar setenta veces siete. Aún así, no seamos tan necios de despreciar su perdón. La paz.

Y no olvidemos nunca cual ha sido la justicia a de Dios con nosotros. Oremos: Padre Nuestro, Ave María. Gloría.

Oremos: Padre Nuestro. Ave María. Gloria.