¡Enhorabuena, has encontrado un tesoro! Este artículo es parte de un curso que te invitamos a conocer: Curso Católico.

3.11 Mensaje a los jóvenes

Que nadie te menosprecie por tu juventud; sé, en cambio, un modelo para los fieles en la palabra, la conducta, el amor, la fe, la pureza.
- 1 Timoteo 4, 12

Mensaje a los jóvenes Los jóvenes, de una manera especial, estamos llamados a anunciar el Evangelio, con la energía, la alegría y la frescura propias de nuestra edad. Estamos llamados a vivir en caridad, fe y pureza; siguiendo el modelo que nos dejó Jesucristo. De esta forma seremos testigos de la alegría que supone vivir conociendo el amor de Dios, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza (2 Timoteo 1, 7). ¡Un joven cristiano desprende alegría, dignidad y sabiduría! Dios te ama y quiere lo mejor para ti. Por eso te advierte: Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón y de lo que te recrea la vista; pero sábete que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo (Eclesiastés 11, 9). Por eso, un joven cristiano tiene sabiduría: sabe dónde están los límites y sabe lo que no le conviene. Y lo rechaza. Nos referimos, por ejemplo, a cosas como borracheras, lujurias, comilonas, fornicación, drogas y un largo etcétera. ¡Los jóvenes cristianos nos divertimos sanamente! ¡Y tenemos noviazgos santos!

También se nos llama a la obediencia a nuestros mayores, que tienen más experiencia que nosotros en la vida y tratan de guiarnos adecuadamente. Por eso, igualmente los más jóvenes: someteos a los mayores. Pero revestíos todos de humildad en el trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, mas da su gracia a los humildes (1 Pedro 5, 5). Y aunque no nos guste que nos corrijan, esto nos evitará muchas veces sufrimientos innecesarios y nos ayudará en momentos de duda. Y el primero que nos corrige, seamos jóvenes o adultos, es siempre Dios, nuestro verdadero Padre y maestro. Asegúrate de aceptar su corrección para caminar sin error por el camino de la Vida. Si conocemos el amor de Dios es natural que lo demos a conocer a nuestros amigos, pero también es natural tener reparos de lo que nos digan. Por eso, Dios nos anima: Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina (2 Timoteo 4, 2). Y no tengas miedo a los desprecios o insultos, pues Dios está contigo... ¡No estás solo! Efectivamente, hay muchísimos jóvenes católicos como tú y no es difícil encontrarlos si buscas en el lugar correcto. Vive la vida según tu fe, con alegría, pues has conocido el mayor tesoro que nadie puede darte a conocer... ¡Que Dios te ama!

Comentarios

Raúl Niño(09-05-2023)
En esta actualidad en la que estamos viviendo, este mensaje es algo esperanzador para los jóvenes que buscan palabras de aliento y compresion, que difícilmente encuentran lejos de Dios. Que este mensaje llene sus corazones de fe y esperanza.
Que así sea. La paz.
Raquel Méndez(04-04-2021)
¡Me ha animado mucho este mensaje! A veces parece que los jóvenes estamos solos en esta tarea de evangelizar. ¡Pero no es así! Hay muchas iniciativas interesantes en la web como este curso que nos puede ayudar mucho. Gracias.
Muy cierto, desde Curso Católico animamos a todos los jóvenes a la gran aventura de la Evangelización.
Comenta el artículo. Para comentar todo el curso usa el libro de visitas. ¡Gracias!

Su comentario será revisado y contestado, vuelva en dos o tres días para verlo. ¡Gracias!