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3.13 Mensaje a los no pobres

Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
- Mateo 6, 24

Mensaje a los no pobres Jesús es muy claro con el dinero: No podéis servir a Dios y al dinero (Mateo 6, 24b). Y esto no se lo dice sólo a los ricos: se lo dice a todos. ¿Por qué? Porque aunque muchas veces no nos demos cuenta, el dinero suele ser el centro de nuestra vida. Y si el centro es el dinero, ya no lo es Dios. ¿Para qué trabajas? Para ganar dinero. ¿Por qué las peleas familiares? Por herencias y dinero. ¿Y entre amigos? Dinero. ¿Por qué hay corrupción? Dinero. ¿Por qué defraudar? Por dinero. No siempre es así, está claro, pero muchísimos de nuestros problemas son por dinero. Pero el dinero es necesario... ¿No? No: el dinero no es nada. Como mucho un mero instrumento. Lo único realmente necesario es Dios: No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso (Mateo 6, 31-32). ¡Y Dios te ama!

Dios provee. ¡Realmente provee! ¿Cómo? De muchísimas formas. En primer lugar, mediante la naturaleza. En segundo lugar, mediante la bondad de corazón de miles de personas que trabajan en ONGs o en servicios sociales. En tercer lugar, mediante los lazos familiares, que tantas veces son un soporte mutuo. Además, Dios también actúa mediante milagros puntuales y su Providencia. Y, por supuesto, lo más importante: Dios actúa a través de la caridad cristiana. ¡Dios actúa mediante tu propia persona! Y no hablamos de dar los céntimos que te sobran del café, ni de una afiliación de diez euros mensuales a una ONG. Esas cosas están muy bien y son preferibles a no hacer nada. Pero aquí hablamos de hacer limosna de verdad. De dar incluso lo que no te sobra. De no poner al dinero en el centro de tu vida. De renunciar a una herencia en favor de la unidad familiar. De no corromperse ni defraudar al estado. De no pleitear por dinero. De no romper amistades por dinero. De vivir según la caridad y no según el dinero. Y esto en la medida que cada uno sinceramente pueda, pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar (2 Corintios 8, 13). Por eso, es muy importante saber elegir correctamente... ¿Dios o el dinero? ¿Dios o un ídolo? ¿Dios o el maligno? Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón (Mateo 6, 21). Y Dios te quiere con Él, que es con quien realmente puedes ser feliz. No olvides nunca que... ¡Dios te ama!

Comentarios

José Landero Guerrero(21-05-2021)
He vuelto a leer el capitulo Abandona tu Carga. El curso lo inicié cuando empezó la pandemia y ya no me acordaba. Efectivamente, el dinero es el dios de este mundo. Por ese dios vienen guerras, asesinatos, corrupciones, etc.; pero también si el dinero es utilizado adecuadamente, trae prosperidad, ¿felicidad?, caridad, bienestar, etc. Por tanto, como bien se dice en el capítulo citado, los cristianos debemos darle la importancia que realmente tiene. Yo antepongo a Dios antes que al dinero, pero también es verdad que a veces, quizás más de las debidas, caigo en la tentación y hago lo contrario. Yo suelo decir que tengo dos libretas de ahorro: una física, donde está mi dinero; otra virtual, donde procuro tener siempre saldo positivo léase buenas obras, caridad, etc., para cuando me llame Dios a su presencia presentársela. Debe ser muy triste presentarse ante Él con las manos vacías. En la época que vivimos, el dinero es necesario para vivir, pero no vivamos para el dinero. Ya lo dice San Pablo en 2 Tes 3, 10-11. No doy el diezmo de mí pensión a la Iglesia, pero si doy una cantidad fija mensual a mi Parroquia para que ésta lo distribuya equitativamente a quien lo necesite, sin contar mi pequeño óbolo dominical. Cuando veo a algún indigente en la calle, alguna vez le pregunto si tiene hambre y si me dice que sí, le doy de comer. Nunca le doy dinero... ¿Obro bien? Los donativos que doy a la Iglesia los doy de corazón, aunque lo apunte en mi libreta de ahorro virtual espiritual. Hoy leyendo el evangelio del día, leo en el mensaje del Papa de fecha 04-09-2018, que todos tenemos dos espíritus: el Espíritu de Dios, que nos lleva a las buenas obras y el del mundo, que nos lleva a la vanidad, el orgullo, la suficiencia, el chismorreo... También San Pablo en la carta a los Rom 7, 19-21, nos da a entender la debilidad humana. Pero en esta debilidad está la fuerza del Espíritu Santo que nos ayuda a salir del pecado si le pedimos ayuda con fe, oración y humildad. La paz.
Mucho ánimo, es un tema complicado y, por ello, Jesús mismo le dedica muchas parábolas en los Evangelios. Dios le bendiga. La paz.
José Landero Guerrero(17-05-2021)
Donde está el capítulo Abandona tu Carga, en la sección Desprendimiento del dinero. Me gustaría leerlo. He hecho o leído el curso completo Tu Fe Católica, Curso bíblico, La Lectio Divina y ahora estoy finalizando los Mensajes. Todos me han gustado mucho. Pero el capítulo que cita en la respuesta a mi reflexión, no se donde encontrarlos. Gracias. La paz.
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